Arde la Patagonia, Greenpeace denuncia un ‘ecocidio’

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Por: RFI

La organización ecologista pide que se cataloguen como delito penal tanto a los desmontes como a los incendios forestales y que se obligue a los responsables a restaurar los bosques nativos destruidos. Greenpeace llama a los gobiernos provinciales y nacional a reforzar el sistema de manejo de incendios e investigar las causas de tantos focos simultáneos.

La Patagonia arde. En la última semana, varios poblados de las provincias Chubut y Río Negro en el sur de Argentina están siendo devorados por incendios agravados por los fuertes vientos.

Los focos se desataron simultáneamente el pasado domingo 7 de marzo y durante las primeras doce horas el fuego se extendió vertiginosamente por estas localidades patagónicas insertas en medio del bosque nativo. Los vecinos hablan de 550 viviendas afectadas hasta el momento. Al menos, la mitad fueron consumidas por las llamas. Unas quince personas se encuentran desaparecidas y una murió.  200 brigadistas intentan desde el jueves combatir el fuego.

El hecho de que varios incendios se hayan desatado al mismo tiempo en diferentes puntos de las provincias del sur del país hace pensar al gobierno argentino que se trata de fuego intencional. En entrevista con Radio Francia Internacional, Hernán Giardini, coordinador de bosques de Greenpeace (Argentina), no descarta la mano malintencionada que puede existir detrás de los incendios simultáneos, pero subraya que aún no existen elementos suficientes para poder afirmar de manera contundente que ese fue el origen del fuego.

El medioambientalista  agrega una serie de factores de orden climático que han colaborado para este desastre como las inusuales altas temperaturas que en los últimos meses vienen presentándose en la Patagonia, la sequía y la gran cantidad de plantaciones de pino, especie exótica altamente inflamable.

Por otra parte, el coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace en Argentina insiste en que «es necesario ampliar significativamente los fondos, la infraestructura y el personal destinados a la prevención y lucha contra el fuego. «Nuestro sistema de manejo el fuego ha demostrado que no está capacitado para manejar tantos focos al mismo tiempo. La responsabilidad es de los gobiernos provinciales y nacional» afirma.

Giardini resalta un punto clave en este «ecocidio»: el hecho de que en Argentina los delitos relacionados con destrucción de bosques nativos no son considerados como delitos penales. En el país se multiplican cada año las quemas de bosques provocadas por fenómenos naturales y la actividad humana, ya sea por negligencia o de manera intencional.

Desde hace años, la organización ecologista viene reclamando que se cataloguen como delito penal tanto a los desmontes como a los incendios forestales y que se obligue a los responsables a la restauración de los bosques nativos destruidos. “Las multas no son suficientes para desalentar incendios y desmontes» sostiene Giardini

¿A quién beneficia la quema de un bosque en Argentina?

Según el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el 95% de los incendios de boques en Argentina tiene un componente no natural, o sea que se trata de «accidente» o intención».

Giardini explica que en el caso de los incendios provocados intencionalmente están relacionados, en primer lugar, con la expansión de la ganadería sobre algunos ecosistemas que fue el caso de la quema el año pasado de cerca de un millón de hectáreas en el país entre pastizales, bosques y humedales, precisa. «Los productores quemaban pasto para su rebrote y el fuego se extendía debido a la sequía».

El otro factor por el que se producen incendios intencionales tiene que ver con la construcción inmobiliaria sobre bosques protegidos donde no está permitida su tala.

Si el fuego que actualmente devora a la Patagonia hubiese sido provocado intencionalmente para fines económicos, «seguramente tendría que ver con el tema urbanístico, es decir con la idea de habilitar zonas para la generación de viviendas en regiones donde no está autorizado deforestar el bosque», afirma el coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace en Argentina.

No se puede pasar por alto, los «accidentes» o malos hábitos que también desatan el fuego en los bosques nativos. Gran parte de los incendios forestales, y no solo en Argentina, tiene su origen en un asado mal apagado, una colilla de cigarrillo olvidada o basura quemada en zonas de pastos secos.

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