Por: Dolly Parra, periodista Matinal Noticias
Quienes dependen de este sector de la región, ven con desconsuelo y lejanas las soluciones porque las entidades responsables no anuncian fechas de reapertura, mientras las obras de adecuación para la actividad turística parecen no avanzar.
Ni Corpoboyacá, ni la Alcaldía Municipal de Tota, han presentado, hasta el momento, un informe oficial que pueda dar luz sobre el avance de las obras, pese a que los operadores turísticos, han solicitado en repetidas ocasiones un plan de concertación que alivie de alguna manera la situación.
“Hace tres años se cerró el acceso a Playa Blanca como uno de los principales atractivos turísticos de la región y nosotros como operadores nos vimos afectados, también como familias dependientes de esta economía, pues la llegada de los visitantes ha ido disminuyendo”, expresó Edwin Soto, representante de Tota Ecotours SAS.
Lo que la Corporación ha referido, es que faltan algunas adecuaciones, así como temas de inversiones y formalización de procesos por parte de la comunidad en cuanto a temas de servicio al turista.
“La comunidad se ha organizado, se ha capacitado con la finalidad de que se reactive Playa Blanca, tomando las medidas que han exigido, se ha mejorado el tema de organización, hay propuestas en cuanto al tema del cuidado del lugar, pero, aun así, no nos dan respuesta de quién va a tomar la administración del sitio”, dijo Edwin Soto.
Dentro de las obras que se adelantan en la zona, se contempla la construcción de placa huella para el ingreso, cerramiento del predio, construcción de un sendero ecoturístico, zona de camping y una batería sanitaria, así como la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, los trámites para suministro de agua potable, la renovación del muelle, la adecuación de una zona de parqueo y la construcción de nuevos kioscos para los turistas, esto con el fin de estructurar la zona como un escenario propicio para la realización de turismo sostenible y responsable.
Sin embargo, las obras que se proyectaban para terminarse en un año, ya llevan tres de ejecución y a la fecha, la comunidad está a la espera de las respuestas. Además, pese a las restricciones, la presencia de visitantes en la zona, evidencia lo que sería, al parecer, favorecimiento a particulares.
“Es una especulación que el sitio esté legalmente abierto al público, pero se ha dado a entender así por la presencia de gente en la Playa, es extraño que se dé ingreso a pocas personas privilegiadas y los demás que, anhelan la reapertura, crean esperanzas sobre ese hecho irregular”, refirió el empresario.
Corpoboyacá, es la entidad encargada de autorizar el ingreso de ahí, la expectativa sobre la presencia de turistas, que incluso en buses, según la comunidad, han ingresado recientemente a la zona.
“Corpoboyacá tiene el control total de la playa, el acceso está prohibido y el ingreso lo controla personal que está ahí las 24 horas del día, la entrada de vehículos a la Playa no es por casualidad, es porque les han autorizado el ingreso porque solo hay una entrada principal que tiene vigilancia”, dijo Soto.
La población espera respuestas de las entidades frente a estos hechos, así como un plan de acción que, mediante un ejercicio comunitario, habilite la apertura del atractivo turístico.