Conozca los riesgos a los que se expone un niño no vacunado contra el COVID-19
El Ministerio de Salud y Protección Social autorizó el pasado 21 de junio la vacuna contra el COVID-19 en niños y niñas desde los 6 meses hasta los 2 años, 11 meses y 29 días.
Las actividades familiares, educativas y sociales en niños no vacunados pueden verse comprometidas si presentan COVID-19 prolongado, sintiendo cansancio, dificultad para respirar, fiebre, entre otros malestares.
Colombia se enfrenta a un momento crucial frente a la lucha contra el COVID-19, y más aún con el anuncio de la nueva variante del virus, Eris o EG.5. Sin embargo, la buena noticia es que el Ministerio de Salud y Protección Social autorizó la vacunación pediátrica para niños y niñas de 6 meses a 2 años, 11 meses y 29 días, permitiendo así que esté grupo etario pueda estar protegido del virus. Las implicaciones de esta autorización son de gran relevancia, debido a que, al iniciar y completar el esquema de vacunación, los niños y sus familias podrán prevenir complicaciones variadas, desde hospitalizaciones, depresión, ansiedad hasta desenlaces fatales.
Las complicaciones que pueden generarse por el COVID-19 van más allá de una infección aguda de las vías respiratorias, ya que en niños pequeños las hospitalizaciones son más frecuentes1, al igual que la necesidad de internación en unidades de cuidado intensivo. De hecho, las muertes por esta enfermedad son más altas en niños menores de un año que en cualquier otro grupo de edad pediátrico2. Además, si el niño se recupera de la infección, aún puede verse expuesto a complicaciones a más largo plazo, como un síndrome inflamatorio que compromete varios sistemas del organismo3 hasta el COVID-19 prolongado, el cual puede durar hasta más de tres meses en el cuerpo de un menor4.
Frente a esta situación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha lanzado una preocupante alarma sobre esta situación para los padres de familia, debido a que uno de cada cinco niños no ha recibido todas las vacunas necesarias para afrontar al COVID-19. Esto se traduce en una amenaza diaria por la que está pasando la población infantil, pues su sistema inmunológico no puede hacer frente a las diferentes complicaciones que genera el virus, siendo hasta 5 veces mayor la probabilidad de ser hospitalizados y hasta 10 veces más vulnerables de morir por COVID-19.
Recapitulando, las complicaciones a las que pueden estar expuestos los niños por no vacunarse contra COVID-19, son las siguientes:
COVID-19 prolongado: Al no contar con una dosis de la vacuna, los niños pueden presentar complicaciones a largo plazo, fruto de una infección del virus. Se pueden presentar síntomas como: cansancio, fiebre, dificultad para respirar, tos, dolor de pecho, taquicardia, dificultad para pensar, dolor muscular, entre otros5.
Contagio intrafamiliar: Los niños no vacunados no cuentan con una protección frente al virus, por lo que al desarrollar una infección de COVID-19 pueden propagarse con una tos o un simple estornudo, lo que puede desencadenar en síntomas incapacitantes o contagios en el núcleo familiar, los cuales pueden desarrollar el virus, presentando síntomas graves y ser hospitalizados7.
Afecciones en su salud mental: Al no poder asistir a las actividades necesarias para su desarrollo, algunos niños y niñas contagiados por COVID-19 presentan síntomas depresivos, de ansiedad, y trastornos del sueño. Adicionalmente, al no poder asistir de manera correcta a sus actividades educativas y sociales, se ha identificado trastornos por déficit de atención, hiperactividad, autismo y otros trastornos mentales generados por el aislamiento por COVID-198.
Síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico: Algunos niños contagiados con el virus que causa el COVID-19 han desarrollado esta enfermedad, caracterizada por producir una inflamación descontrolada en todo el cuerpo que puede requerir hospitalización en unidades de cuidados intensivos9. A este aterrado dato se suma que la tasa de mortalidad de este síndrome varía entre el 1 % y el 8 %, cifra que preocupa más a los padres de familia.
“Los niños y niñas que no cuentan con la vacuna contra el COVID-19 están expuestos a un escenario peligroso donde las probabilidades están en su contra. Cada día que pasa sin la vacunación, aumenta su vulnerabilidad frente a este virus que puede comprometer tanto su presente como su futuro. Los riesgos son claros: desde afecciones que comprometen su salud a largo plazo, hasta la posibilidad de convertirse en vectores de transmisión hacia sus seres queridos. La vacuna pediátrica no es solo una solución, es un escudo necesario para resguardar el futuro de nuestra niñez”, añadió el Doctor Iván Gutiérrez, Infectólogo y pediatra.
Ante esta alarmante situación, la Sociedad Colombiana de Pediatría emitió un llamado de acción a través de su campaña de vacunación pediátrica ‘Nace una nueva generación que se vacuna contra el Covid-19’, invitando a los padres de familia y personal de la salud a incentivar la vacunación en niños y niñas asistiendo oportunamente a las jornadas de vacunación, y así promover la protección completa de todos los miembros del hogar.