Dos delincuentes se fugaron de la estación de policía de Caldas, occidente de Boyacá
Los detenidos de alta peligrosidad están siendo buscados por las autoridades. Uno de los prófugos es señalado de asesinar a una mujer en Chiquinquirá
El domingo 19 de mayo en horas de la noche, se registró la fuga de dos ciudadanos extranjeros que estaban privados de libertad en la Estación de Policía del municipio de Caldas, Boyacá. Uno de los fugados, señalado por el homicidio de Mónica de los Milagros Murcia Mayorga, de 24 años, había sido detenido por su presunta responsabilidad en el asesinato ocurrido en una zona boscosa cercana a una cancha deportiva del barrio 3 de Julio, en la ciudad de Chiquinquirá. La joven fue asesinada tras recibir múltiples puñaladas. El otro individuo estaba detenido por hurto.
El incidente ocurrió cuando los capturados forzaron las rejas de la celda, agredieron a un policía que intentó evitar la fuga y hurtaron un arma de dotación; inmediatamente, se activó el “Plan candado” con las estaciones de policía de los municipios vecinos. Además, funcionarios de la SIJIN, la Seccional de Tránsito y Transporte y la inteligencia policial están realizando labores de búsqueda y localización de los fugados.
El hecho pone en evidencia la problemática del hacinamiento en las celdas de las estaciones de policía en varios municipios de Boyacá, la falta de convenios con el INPEC impide el traslado de reclusos, lo que resulta en la sobreocupación de las celdas.
En Chiquinquirá, hay dos celdas con entre 25 y 30 personas privadas de libertad, aunque solo tienen capacidad para 7 personas cada una; por esta razón, han tenido que enviar a los detenidos a otras estaciones de policía en municipios como Caldas, Maripí y Buenavista.
Carlos Ernesto Fajardo, personero de Chiquinquirá, comentó sobre el hacinamiento en las celdas de la estación de policía:
«Es una situación compleja que se viene presentando desde hace varios meses. La Corte Constitucional ha señalado que esto se encuentra en el marco de un estado de cosas inconstitucionales. En la estación de policía municipal de Chiquinquirá, hay entre 25 y 30 personas en dos calabozos con capacidad máxima para 7 personas cada uno. Esto ha obligado a las autoridades a utilizar otros espacios no diseñados para albergar personas privadas de libertad.»
Fajardo destacó que esta situación afecta tanto a los detenidos, quienes tienen derecho a su dignidad, como a los policías, quienes deben preservar su integridad y seguridad; la fuga en Caldas es una alerta temprana sobre lo que podría ocurrir en Chiquinquirá, pudiendo resultar en una tragedia que afecte tanto a los reclusos como a los uniformados.
El personero subrayó la necesidad de un trabajo conjunto entre las administraciones municipales y los centros penitenciarios para garantizar los derechos de las personas privadas de libertad mediante convenios adecuados; lamentablemente, estos convenios no se suscriben debido a cuestiones económicas, lo que deja a los detenidos y a los policías en una situación precaria.
Fajardo concluyó que es momento de dejar de priorizar las cifras económicas y asegurar que tanto los reclusos como los policías tengan condiciones dignas y seguras, no solo en Chiquinquirá, sino en todo el occidente de Boyacá, para garantizar el funcionamiento adecuado de la sociedad.